lunes, 10 de septiembre de 2012

Insomne


Insomne

C
ruzando la estación a las 3 de la mañana, de la 24 para la 844.Algunas luces, pero todo cerrado. Viendo todo a estas horas, con los carteles como señales que no se divisan cuando el gentío inunda la ciudad, tiene su encanto. Es una ciudad extraña, tan cordial como repulsiva, con amigos por todos los rincones, que aleatoriamente se confundirán con parientes en algún momento, primos lejanos, ex cuñados, padres de sobrinos. Todas relaciones inútiles (¿hay algo más inútil que un cuñado, como tal?) que se tornan relativamente significativas cuando te sirven para zafar de un choreo, para conseguir un trago más o para que ésa piba al fin te dé cabida para iniciar una charla en plan levante…
Encanuto el reproductor de música, por si las moscas. Es fácil poniéndolo en algún bolsillo interno de la campera de jean, cerca del DNI para conformar al cana si te para a preguntarte adónde vas o de dónde venís, que parece ser la única duda de un cana cuando para a un pibe que no presenta ningún trastorno evidente, más que el insomnio y la estúpida idea de salir a caminar a esas horas a escuchar música. Tengo la idea de que soy el único que tiene esos mambos, aunque hay un par de pirados que me cruzo, a los que les adivino los auriculares entre el pelo largo, algo tan común entre locos por estos lares, y me miran fijo como yo los miro a ellos, con cara de “No me vas a querer chorear, boludo, que no tengo nada…”.O por ahí es gente que viene o va a laburar, y yo los confundo con la legión insomne. Las veredas son un juntadero de papeles, bolsas, cartones, botellas que van intercambiando posiciones según las mueva el viento, que levanta una tierra que te hace dar vuelta la cara porque hay tierra, mucha tierra. Es que salvo casos aisladísimos, mi ciudad es una ciudad de calles de tierra, de zanja y pasto bordeándolas. Y canchas de fútbol de todos los tamaños, con un césped ausente en todas ellas.
Pienso que hacer y todo lo que se me ocurre incluye molestar a alguien, así que desisto. Tendré que seguir caminando hasta que las pilas aguanten, o pasarlo a radio y darle un poco mas de vida. Pero las FM truchas invaden mis frecuencias preferidas con sus promesas de vida eterna y pecados perdonados, todo a cambio de un simple y perfecto trato: Alma y diezmo de mi parte, y el resto me lo solucionan ellos.
Volver por el Club ni loco, a esta hora ya están todos re locos y no engancho el cuelgue. Y hoy es martes, no tengo ganas de escabiar. Mañana no tengo nada que no pueda posponer, suspender o pasar por alto, pero yo ya elegí y no es lo que quiero hoy. Bah, elegir, lo que se conoce como elegir es otra cosa, pero pongámosle un nombre. Así que decidido a realizar el paseo nocturno, salgo de la avenida para pasar por la esquina de la 840 y la 895. Increíblemente, cerca de esa esquina emerge un aroma cada madrugada que me encuentra en la calle que no puedo descifrar, por mi desconocimiento absoluto de la botánica. Es un olor suave, que surge desde unas flores blancas y una enredadera verde, que hace que ese tramo me lleve un tiempo prolongadísimo, por esos 10, 20 mts tardo cerca de un minuto, o me parece a mí que se detiene un poco el tiempo. Como dijo García Márquez al escuchar a Los Beatles por primera vez, “Estoy presenciando el nacimiento de mi futura nostalgia.”Y 
una vez superado el encantador sector, pasa lo inevitable: se acaba el lado del cassette, pero con cerca de 10 minutos de cinta muda Esa puta costumbre que tiene el gringo de “La Crypta” de grabar los discos como están editados, cuando 30 minutos de un TDK son suficientes casi para grabar “Furtivos”. Y eso significa el fin de mi paseo, porque no traje la Bic para rebobinarlo, y porque tampoco lo puedo hacer a esa hora en la calle, eso significaría seguramente mi inmediata internación. Y regreso a mi casa, a mi insomnio, y a pensar que este 1994 será igual al ´93, pero mejor que el ´95.



"La noche aspira a guardarme algún misterio
y como un extraño salgo a caminar. 
Por las calles silenciosas del suburbio va mi alma 
solitaria entre el mundo y las veredas viejas... "

Desnudo para siempre (o Despedazado por mil partes), Gustavo Nápoli





4 comentarios:

  1. 840 Y 895, LOS PIBES RE LOCOS EN EL CLUB, ME SUENA MUCHO ESTA HISTORIA, ME PARECE QUE YO TAMBIEN LA VIVI. ESTOY COMO DETENIDA EN ESOS AÑOS, EN ESA ESQUINA HACIENDO LO QUE HACIAMOS ANTES CON LOS PIBES, NO SE CUAL DE LAS CUATRO ESQUINA ES LA QUE MENCIONAS, LA QUE SIEMPRE OCUPAMOS NOSOTROS FUE LA DE ANA. COMPRO SEÑOR SERGIO FLORENTIN.

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    1. Bueno, por la vereda de Ana, cruzando hacia la casa de mi vieja, es decir bajando calles, la segunda casa despedía un aroma que a la madrugada, era exquisito.Hoy hicieron una berretísima entrada de garage, o una galería...Y esa construcción se llevó las flores blancas que yo decía.Hace poquito ocurrió eso, hará unos tres o cuatro años. O quizás yo perdí la noción del tiempo...Beso Piti!!!Gracias por comentar siempre.

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  2. Respuestas
    1. Mateo! Mi visitante favorito!Un honor que te guste, te deseo noches de paseos como ese.Beso!

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Muchas gracias por comentar!!!Espero que mis ganas de escribir coincidan con tus ganas de leer.Si te gustó, compartilo.Y si no,también.