Socios
Llegué a la perdida calle casi milagrosamente, con las indicaciones en ese bendito papel y la indiferencia y el desinterés de quiénes me crucé y les pedí ayuda. Una vez allí, dudé si era ese el lugar, pero la ubicación coincidía. Un edificio anacrónico, que contrastaba con los cientos de comercios que eran una pequeña Babel moderna.
La puerta
de madera estaba entreabierta, y a pesar de cierta mala espina que tenía, me
decidí a entrar. Una escalera, la única posibilidad de avanzar. Sin puertas a
los laterales, ni pasillo posible. Y al final de esos empinados escalones, una
puerta de hierro forjado, a modo de reja, antes de la puerta principal, con la
cancel entreabierta. Subo, no me queda opción, y descubro que el portón metálico
tampoco estaba asegurado. Sin timbres ni llamadores, entro.
La señora
que estaba en el escritorio de recepción, apenas levantó la mirada, solo un
“Buen día”, como un suspiro que respondí creo de igual manera. Me quise
presentar, pero me aclaró que no era necesario, que quiénes llegaban hasta
allí, no llegaban fortuitamente. “Sientesé”, agregó secamente. Un timbrazo del
teléfono, y ella, asintiendo, me indica que puedo pasar a la oficina. Entré
tímidamente, asustado casi.
Como en los
films que me gustan, un sillón de gran respaldar me daba la espalda, con su
ocupante mirando por la ventana hacia la calle. Sobre la mesa, un antigua
máquina de escribir, preciosa. Todavía estaba parado admirándola, cuando el
sillón giró, y un hombre serio, de traje sobrio apareció en él.
-Nadie
llega aquí de manera fortuita. Ya se lo habrá dicho mi secretaria- me dijo
intrigante.
-Hola, yo
soy…- y extendí mi mano antes de terminar la presentación, que él interrumpió
intempestivamente.
-Mi nombre
es Ángel Caído, un gusto. No importa aquí quién es usted, de verdad. Lo único
que nos importa, es quién usted quiere ser. Dentro de sus posibilidades, por
supuesto. Recibimos pedidos insólitos que no podemos ejecutar. Somos una
empresa que ayuda a la gente a ser quienes quieren ser, pero no hacemos
milagros. Eso lo dejamos que lo crean las religiones, y los psicoanalistas…- me
dijo sonriendo, y yo sonreí con él.
-Gozará
usted de un asesoramiento permanente, con asistentes que complementarán sus
dificultades y dudas, o llanamente,
harán las tareas requeridas por usted. El precio lo acordaremos con el trabajo
en desarrollo, pero no le cobraremos nada que usted no pueda entregar, aunque
usted no podrá negarse a pagar. Leeremos el contrato antes de firmarlo. La
confidencialidad es absoluta, solo usted la puede romper mientras no involucre
a la empresa, ni la afecte. Como prueba, podemos hacer el primer intento. Esta
es la prueba que usted podrá señalar como referencia, en el caso de querer
recomendarnos a alguna persona cercana que así lo requiera. Pida amigo, se le
concederá- concluyó, y caí en la tentación. Mi pobre vida parece que al fin se
encaminaría, y los escollos al fin podrían evadirse.
-Bueno,
algo sencillo- le dije temeroso, sin estar convencido de lo que hacía. Era un
paso sin retorno, pero que estaba decidido a dar. ¿Qué podía perder? ¿Que
oscuro fin podía tener una empresa que ayuda
a la gente? Si, esta era mi oportunidad, nada podía ser mejor.
-Estaba
viendo su máquina de escribir, es hermosa, fabulosa. Yo no sé escribir. No me
malinterprete, no es que no sé escribir a máquina. No sé escribir ni leer,
apenas crecí un poquito comencé a trabajar la tierra con mi padre, y nunca pude
asistir al colegio. Me gustaría que el primer trabajo que puedan realizar para
mí, sea escribir un texto contando cómo llegué a contratarlos. Eso, si es
posible. Y estoy convencido que será el inicio de una excelente relación.-
Y esto será
un pacto cuando el primero de ustedes, cómplices de la empresa, lean el texto
que acaban de escribir ellos en mi nombre.
"Nunca pensé encontrarme con el diablo
tan vivo y sano como vos y yo
Tenía la risa que le dan los años
y la confianza que le da el temor"
"Encuentro con el Diablo", Charly García
"Nunca pensé encontrarme con el diablo
tan vivo y sano como vos y yo
Tenía la risa que le dan los años
y la confianza que le da el temor"
"Encuentro con el Diablo", Charly García
Un exelente y gran ingenio para meternos en tus textos, te felicito esta muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias Walter.No, no soy adivino, me acabás de informar por otra vía que comentaste como anónimo, aunque podrías firmar al final...JA!!!Un abrazo grande, gracias por siempre participar de alguna manera.
EliminarMuy buena narración, me encanta lo descriptivo, muy atrapante. =) Verónica Albornoz
ResponderEliminarMuchas gracias Vero!Y gracias también por pasar a comentar, tiene algo especial el comentario en el blog.Besos!
EliminarMe encantó!...una especie de empresa a lo "Prohibido suicidarse en Primavera"...siempre quise contactarme con una...después pasame la dirección...Sabrina
ResponderEliminarQue bueno no haber leído "Prohibido suicidarse en primavera", me exime del plagio...Por ahora no es posible conseguirla, deberíamos contactarnos con algún partícipe.Beso, gracias por comentar!!!
EliminarUn interesante relato, que te atrapa desde el principio. Tenés una gran capacidad para la descripción de los ambientes y situaciones, lo que contribuye de manera esencial a la creación de los "climas" de la historia narrada.
ResponderEliminarSin embargo, la mayor virtud de tu relato reside, a mi humilde entender, en hacernos querer saber mas del personaje que "habla" en primera persona, aunque no sea él quien nos "habla" en realidad sino los servidores del Mal.
¿quien es ese hombre que pacta, casi sin dudar, con alguien llamado "Angel Caido"? porque no hace falta haber ido al colegio para comprender qué representa ese nombre!
Supongamos que no sabe o no le interesa nada de lo que tenga que ver con el cielo o el infierno. Habria que decir entonces que ese hombre evidencia, por lo menos, ingenuidad, al suponer que no existe algun sentido maligno en una empresa que dice querer ayudar a la gente, y más aun cuando no se establece de entrada cual será el precio a pagar por tal ayuda.
¿estará dispuesto aquel hombre a vender su alma con tal de ser lo que desea?
Algunas preguntas que me hago porque me ha gustado mucho el relato, el cual ha dejado picando la posibilidad de que lo retomes, ya que la intriga por saber más irá creciendo entre tus lectores. Saludos
Bueno Edu, la verdad es que es impactante que un relato te genere tanto, entre teorías y posibilidades.Muchas gracias por tu extenso comentario, seguramente tendrá su continuidad, aunque no me caracterizo por la constancia lineal...Abrazo!
EliminarMuy intrigante! Algo así como tu foto d perfil. :D Me encanto! Como todo lo que escribís siempre. Saludos!!!
ResponderEliminarMuchas gracias "Anónimo".Me gustaría ser mas extenso en mi comentario, pero tu anonimato me impide personalizar la devolución.Aunque seguramente eso no importa.Una suerte de gataflorismo consensuado...Nuevamente, gracias!!!
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