Contrapunto
-La puta madre…-
El insulto fue casi un suspiro, para adentro.
No era la primera vez que sentía que alguien la estaba mirando, la observaba en
su departamento.
Hacia un mes casi que había decidido separarse,
pero no se sentía sola. Cada mañana, como hoy, frente a la pantalla de su
computadora, con el mate esperando ser tomado, sus ojos se concentraban en un
punto fijo, en la nada misma. Y de repente, algo la conmovía: un ruido, una
brisa suave, algo que de repente parece moverse. E inmediatamente eso le
recordaba a él.
(Esto de
ser un enviado no me convence. Hace ya unas semanas que la observo, le doy
señales, le marco detalles para que me recuerde. No me acostumbro a esta forma
de desdoblamiento espiritual, siendo un espectro que trata de convencerla de
que no me olvide. Me parece en vano a veces, aunque suponer que es mi última
esperanza, me empuja a seguir)
Ella lo seguía amando, eso no estaba ni
siquiera en discusión. Pero el payaso que la había enamorado, el que la hacía
reír como nadie, ya no le alcanzaba. Nunca alcanza. Con el paso del tiempo, uno
si quiere reírse pone la tele. El hombre que amaba, era ya muy distinto al que
ella estaba necesitando. Su incapacidad para generar dinero; su eterna
inmadurez; su afición a la nocturnidad; a las amigas de pasado dudoso, a los
amigos de pasado condenable. Su negación a conformar una familia; su
inestabilidad laboral.
A pesar de todas esas cuestiones que estarían
describiendo a un ser muy poco recomendable, ella lo amaba. Y quizás por eso
presentía que estaba cerca.
(Todavía no
puedo entender por qué me dejó. Siempre me dijo que nadie la hacía reír como
yo, que nunca había congeniado tan fácilmente con una persona, aún antes de ser
pareja, porque tuvimos nuestro inicio de relación como amigos. Bueno, eso lo
decía ella, porque yo sabía que mi objetivo era pasar el resto de mi vida con
ella. Y así lo hacía, y aunque ella había cambiado últimamente con respecto a
ciertas cuestiones, yo quería reencauzar esa relación, seguir disfrutando de
nuestra libertad, de nuestros tiempos. Y a pesar de que los años pasaban, yo
intentaba ser siempre el joven inmaduro que la enamoró, el amigo de mis amigos
que ella adoraba, sin nunca juzgar su pasado, su presente o su futuro. Y sé que
es lo que ella quería, porque así me conoció.)
Todavía no tomaba el mate, pensando en él. A
veces, quiere creer que se pueden dar otra chance. Si, él puede cambiar. Debería
cambiar, alguna vez la adultez lo alcanzará, y se dará cuenta que ella lo ama
como es, pero que es inevitable la evolución de las personas hacia un estadío
de madurez, de convertirse en un hombre como, no sé, su padre…Sí, que sea como
el padre de ella, la fantasía de casi todas las mujeres. La pesadilla de casi
todos los hombres, que los comparen con el ideal de hombre: siempre saldrán
perdiendo.
O no, el ideal es éste: que no se parezca a
nadie que conoce, que la sorprenda sea mejor cada día. No hay nada mejor que
ser sorprendida para bien cada mañana, cada anochecer.
(Me queda
una oportunidad, creo. Cuando ella se queda así, pensativa, estoy convencido
que está tratando de pensar en cualquier cosa que la lleve a olvidarme. Allí es
cuando debo accionar con una brisa que mueva las cortinas. Cuando de la nada
hago que el horno microondas emita ese pitido insoportable. Cuando hago caer un
libro de los estantes. Porque en su realidad estoy siempre, pero difícilmente
esté en sus pensamientos. No creo que nadie piense en mí, no creo que alguien
pueda extrañarme. Vamos, no creo que a ella le cueste olvidarme si no hago algo
que note de forma categórica. Ya la visité, al otro día que me dejó, y me dijo
que era muy pronto, que necesitaba tiempo. Y así pasaron unos días, hasta que
opté por esta forma de acercamiento, cuasi fantasmagórica. Y no volví: creo que
ahora es un buen momento. Para decirle que nunca voy a cambiar. Para decirle
que siempre voy a ser ese pibe que conoció, ese payasito que la entretenía aún
en los momentos más duros. Para decirle que no nos vamos a complicar la vida,
que solo vamos a ser nosotros dos, ahora y para siempre. Porque yo voy a ser su
destino, y al final del camino la voy a esperar con sus sueños cumplidos. Y yo
sé cuáles son, aunque ahora parezca que no me importan. Lo decidí: Hoy la llamo
y la invito a cenar. O mejor le envío un mensaje, para evitarle la incomodidad
de atenderme si no quiere hacerlo.)
No puede ser que ni siquiera ese susto le
cambie el pensamiento. Muy por el contrario, además de solo pensar en él, ahora
cree que él de alguna manera le está dando señales. Terca, pero sensible, ha
tomado una decisión: Si la llama hoy, a más tardar mañana, le dará una
oportunidad. Además, está persuadida de que él entendió el mensaje. Que si
llama es porque está decidido a cambiar, a ser ese que ella siempre soñó. Va a
ser su destino, le va a preparar sus sueños para cumplirlos juntos, desde hoy
hasta el final del camino.
Cuando va a tomar por fin el primer mate, suena
su teléfono, un mensaje de texto.
(Listo,
enviado.”¿Querés que cenemos esta noche? Tengo que decirte algo. Adonde
quieras, a la hora que me digas. Contestáme por favor. Beso.” Comienza así el
sueño de mi vida)
Ella lee el mensaje, sonríe sutilmente. “Dale,
en mi departamento a las 8. Yo también espero que me digas algo. Besos.”
Entonces,
como un sino luminoso, una ilusión los junta otra vez. Esa noche, él va a
demostrarle que siempre será el que ella conoció, y que eso es la fehaciente
demostración de su amor eterno. Ella, expectante, querrá escuchar que él va a
ser el hombre que ella sueña, su eterno compañero. Y ambos esperan que esa
noche sea el comienzo de una vida nueva.
Y eso, eso está garantizado. Ya nada será lo
que fue.
“Ya no quiero alejarme
algún tiempo,
despertar y caer al vacío.
Ya no quiero perder mi raíz,
Preguntar: ¿por qué a mí?, lo tendré merecido”
despertar y caer al vacío.
Ya no quiero perder mi raíz,
Preguntar: ¿por qué a mí?, lo tendré merecido”
"Flores en el río", Abel
Pintos
uff que suerte que no es mi historia!aunque parece tener un buen final.Me encantó la cita de la canción de Abel Pintos!. Adri.
ResponderEliminarTodo lo que termina, termina mal, dice Calamaro. Pero yo no le creo...Los finales siempre son el comienzo de algo.Gracias por comentar Adri. Besos!!!
EliminarSabés que odio la cita para el comentario pero..."Sí, que sea como el padre de ella, la fantasía de casi todas las mujeres." Te mandé a la mierda pensando adentro de cuántas cabezas habías estado para comprobar ese estereotipo..."La pesadilla de casi todos los hombres, que los comparen con el ideal de hombre: siempre saldrán perdiendo."...Te perdoné la boludes anterior, primero, sos hombre, segundo, podés haber hablado con tipos que te hayan apoyado en tu teoría; tercero, cualquiera sale perdiendo si es así de cruelmente comparado...
ResponderEliminar"O no, el ideal es éste: que no se parezca a nadie que conoce, que la sorprenda sea mejor cada día" otra vez te puteo...esta flaca es una boba pienso, armó el personaje de una tarada! pero "No hay nada mejor que ser sorprendida para bien cada mañana, cada anochecer." corrigió lo antes dicho, lo complementó, hasta casi casi coincide con mi pensamiento...
Ayer leí un relato y al compartirlo puse algo como "este pibe me conoce...no me conoce pero pareciera que si!"...otra vez me pasa lo mismo...pareciera que si!Sabrina
Los estereotipos son mi única fuente Sabri, desde que decidí escribir sin ser autorreferencial. Igualmente, el complejo de Electra no es algo que yo haya inventado. Te agradezco el análisis que hacés de los personajes, le dás una importancia que me halaga. Me encantaría escribir algo pensando que estoy describiendo a alguien, pero no conozco a nadie lo suficiente. Gracias por comentar. Besos!!!
EliminarMe gustó el relato, es original, muy bueno. No sé si son tus pensamientos lo que se reflejan en la historia, pero no discuto con la literatura, disfruté de la lectura. La construcción de los personajes a partir de sus pensamientos me pareció interesante. =) Verónica Albornoz
ResponderEliminarJA!Es lo que más me divierte de escribir, imaginar otros pensamientos, salirme de mis estructuras muchas veces tan cerradas e inamovibles. Gracias por comentar, me alegra que lo disfrutes.Beso!
EliminarA mi me parece que es como la actuación, salirse de uno mismo para interpretar a otro, para tratar de argumentar esos pensamientos que nos resultan tan ajenos, creo que es parte del arte de escribir.
ResponderEliminarBueno, "Unknown", un poco se trata de eso. La diferencia es que no tengo un libreto que seguir, y me permito enaltecer o destrozar a los personajes a mi antojo. Sigo ciertas reglas que son al fin y al cabo mis prejuicios y y mis miedos, pero no más que eso. Gracias por comentar.
ResponderEliminarSoy Verónica, estaba siguiendo la conversación del comentario anterior. "Unknown" sale cuando pongo la opción de publicar a través de mi cuenta de google, pero no recibo informe ni me aparece mi nombre como en otros sitios en donde comento a través de esta cuenta. =)
ResponderEliminarJA!Buenísimo, te llamé de esa manera simpáticamente, debido a mi imposibilidad de adivinar quién eras. El truco sólo funciona con Walter...Gracias!
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