lunes, 12 de noviembre de 2012

Búsqueda



Búsqueda


Entrando a ese pueblo, estaba pensando seriamente en abandonar mi búsqueda. Mi caballo, el cuarto que cambiaba desde el inicio de mi expedición, se arrastraba a paso de hombre por el calor, el cansancio y la poca convicción con la que yo lo llevaba. Sí, creo que los caballos pueden presentir eso.
Sin provisiones, con apenas un poco de agua, llegamos a ese paraje perdido en la que probaríamos suerte, como tantas otras veces. Unas preguntas de rigor, la poca voluntad de la gente por prestarse a responder, cierta desconfianza en mi aspecto, que fue deteriorándose lenta pero inexorablemente, y mi cada vez menos paciente forma de efectuar esas preguntas, dificultaban mi trabajo cada vez más.
Cuando acepte la misión, no pensé que fuese una locura como resultó. Un sobre con el dinero suficiente para vivir cómodamente durante un año; una breve descripción de mi objetivo; y, por sobre todo, la tranquilidad de que nadie me iba a controlar, ni en los métodos, ni en los tiempos que esto me demandase. Parecía el trabajo ideal, aunque nunca supuse que esa simpleza escondía la trampa de mi futura obsesión.
Y así comencé por los lugares obvios, lugares que cualquier persona buscaría para que no la encuentren. Playas de mares azules y arenas blancas, con perdidas casitas en los perdidos médanos que alejan a curiosos y visitantes por su naturaleza indómita. Y nada.
Seguí por las montañas, con verdes praderas con unos picos nevados de fondo, con cabañas incrustadas en esa perfección, desafiando la belleza del paisaje con la imbecilidad de la creación humana. Y no.
Volví a la ciudad, con sus luces y sus tentaciones; sus pecados y la posibilidad de ser nadie, un anónimo multiplicado. Recorrí bares, cabarets, ferias, hoteles, iglesias. Mostré su fotografía, dije lo que sabía y no, tampoco estaba allí.
Y ahí comenzó mi obcecación. Ya no me importaba que el dinero se haya esfumado. No me interesaba que nunca nadie se contactó más conmigo para saber de cómo iba todo, de cuáles eran los resultados, de si estaba cerca, lejos o nunca había empezado. No, ahora era mí investigación, era una cuestión personal a la que me entregaba en cuerpo y alma, dejando de lado mi vida tal y como la conocía. Y así seguí, buscando adonde debía buscar, y donde no también, como este pueblito al que estaba entrando masticando tierra y desánimo.
Até a mi sacrificado compañero al palenque, vertí un poco de agua en el reseco bebedero para animales, e ingresé al bar. Nadie que asomase, que respondiese a mi saludo indagatorio. Hasta que desde el fondo, detrás del depósito de cajones de botellas vacías, una voz me respondió que ya sería atendido. Me senté a esperar agobiado por el calor y el cansancio, y la desidia del mundo hacia mí.
De ese oscuro lugar, una sombra con una maleta empezó a dibujarse a través de la puerta. Cuando la imagen se hizo clara, reconocí su rostro cómo si lo hubiese visto de frente como veces lo ví en la fotografía aquella que me acompañaba hace meses. Me paré de un salto, sorprendido y descolocado por la sorpresa. Cuándo iba a decir una palabra, se me adelantó y me dijo:
-Llegaste al fin. Pensé que nunca lo harías, que renunciarías, que desfallecerías y abandonarías la imposible tarea. Pero no, y eso nos premia a los dos. Vámonos, no hay nada en este pueblo para dos personas cómo nosotros. Nada que valore mi paciencia. Y mucho menos, nada que esté a la altura de tu certeza.
Y por primera vez en mi viaje, supe que las respuestas superaban a las preguntas. Y que ella tenía razón.

“Te busqué en otras mujeres, todas me dieron indicios
pude entrever los placeres, también adivinar los suplicios
te busqué mucho más lejos pero tú te adelantabas
me enseñabas el reflejo de tu risa y escapabas.”


Ariel Rot, “Te busqué”





10 comentarios:

  1. Guau!!!Un comentario de alguien que me ama!!!Menos mal que pusiste "tío" (aunque debía decir "padrino"...)JA!!!Besos mi amor, gracias por pasar a comentar.

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  2. Muy bueno Sergio! La insesante búsqueda aveces también acompañada por el fantasma de la ansiedad de encontrar aquello que en ocasiones no sabemos si realmente es lo que buscamos.Llegar en un punto de la vida y entender que el secreto de la búsqueda también yace en la confianza y la fé de que algo bueno nos espera a pesar de que el camino haya sido complicado, será aún más valiosa la recompensa de aquella dura búsqueda. bsos.

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  3. Gracias Adri, siempre le encontrás una interpretación impresionante a textos que quizás la tienen un poco oculta, no por ser críptico, si no por limitaciones naturales.Besos!

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  4. Bueno, estimado amigo, debo reconocer que tu anterior publicación, aquella que hablaba sobre un pueblo o ciudad, no logró entusiasmarme. Lo màs probable es que deba darle màs atención en la lectura y seguramente descubriré aspectos valiosos y destacables.
    Pero éste relato me impactò de entrada, por lo intimista, por las vicisitudes que experimenta el protagonista en su búsqueda, que es la búsqueda permanente de todos. Un texto muy bien logrado y con una gran sentido emotivo.
    (P.D. Gracias por leer y comentar mi blues final!)

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  5. Gracias Edu!Te cuento que a mí me nutren todas las críticas, y valoro las que marcan que algo no les gusta, porque las considero con buena intención.Y sobre la PD, no creo que necesites agradecer.Al contrario, el agradecido soy yo por tener la posibilidad de leer lo que vos compartís.Abrazo!

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  6. Respuestas
    1. Muchas gracias Sr/a Anónimo/a. Me gustaría extender más mi agradecimiento, pero se me complica por su anonimato.Saludos, pase cuando quiera!

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  7. Muy buen relato, contagia la obsesión,la certezas, el ahínco con el que el protagonista busca. Creo que es una muy buena narración, traslada a ese pequeño pueblito y llena de expectativa por ese encuentro que como lectora empecé a sentir mio, muy bueno. (Verónica Albornoz)

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  8. Muchísimas gracias Vero!No sé como hacer para que se me notifique ante nuevos comentarios, así que decidí revisarlos diariamente y apuntarle a los impares...De nuevo, muchas gracias por tomarte el tiempo para comentar.Beso!

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Muchas gracias por comentar!!!Espero que mis ganas de escribir coincidan con tus ganas de leer.Si te gustó, compartilo.Y si no,también.